Luego de que el Supremo Consejo Neogranadino del Grado 33, se constituyera el 19 de junio de 1833, se dio a la tarea de fundar Logias Simbólicas y Cámaras Escocistas, las cuales eran presididas por un Maestro grado 33 que recibía el tratamiento de Serenísimo Gran Maestro. Por lo que el simbolismo, representado por su Gran Cámara Simbólica, dependía del Supremo Consejo Neogranadino. El 1 de enero de 1920, cuando se rompe el dominio del Supremo Consejo Neogranadino sobre el simbolismo masónico, la Serenísima Gran Logia de Colombia, con sede en Cartagena, adoptó los números consecutivos de las logias que siguieron bajo su jurisdicción.
Posteriormente, gracias al artículo sexto del tratado de Amistad y Reconocimiento del 11 agosto de 1921 entre las Grandes Logias de Cartagena, Barranquilla y el Supremo Consejo Neogranadino Grado 33, se reconoce la jurisdicción territorial de la Serenísima Gran Logia de Colombia con sede en Cartagena sobre varios departamentos, entre ellos el Departamento de Antioquia.
Meses después, el 19 de febrero de 1922, se Constituyó en Bogotá la Gran Logia de la República de Colombia, la cual reconoció el artículo séptimo del tratado de Amistad y Reconocimiento mencionado anteriormente, acogiéndose también a la jurisdicción que se le había reservado.
A causa de la división interna del partido liberal ocurrida a finales de 1929 por las diferencias políticas entre el, para ese entonces, candidato a la presidencia de Colombia, Enrique Olaya y el presidente del partido liberal, Alfonso López; influyeron también en la división dentro del seno de la Gran Logia de la República de Colombia con sede en Bogotá. Que para el año 1932, alcanzó su punto más álgido.
Darío Echandía.
El lopista Darío Echandía, publicó un documento en el periódico El Pueblo Libre exponiendo que, para la asamblea del 7 de agosto de 1932, algunos sectores de la masonería bogotana usaron estrategias habilidosas con el fin de obtener la mayoría decisoria.
Al año siguiente, Echandía expresa que ocurrieron hechos mucho más lamentables que las del año anterior. Estos hechos acentuaron aún más la latente división de la Gran Logia Bogotana. Las elecciones siguieron adelante teniendo como resultado un empate a 21 votos para el cargo de Gran Maestro, entre el olayista Tulio Rubiano y el candidato de Echandía, el lopista Alberto Dupuy. Como se estipulan en los estatutos que en estos casos se decide a la suerte, resultando victorioso Tulio Rubiano. Esto originaria que Echandía forme su Gran Logia, lo con que se oficializó la división del Gran Oriente bogotano.
A raíz de la división, la Gran Logia de Rubiano se vio muy debilitada, pues la misma contaba con solo cuatro logias bajo su jurisdicción, de las cuales dos, la Respetable Logia Estrella de Pubenza en la cuidad de Popayán y la Respetable Logia Estrella del Combeima en la ciudad de Ibagué estaban a punto de irregularizarse poniendo en riesgo la condición de Gran Logia a la Gran Logia de Rubiano.
Para evitar perder la mencionada condición, Tulio Rubiano planeo constituir cuatro nuevas logias, conformadas por maestros masones que solicitaron su carta de retiro de la antigua y numerosa Respetable Logia bajo su jurisdicción, Estrella del Tequendama. También, para consolidarse como Gran Oriente y garantizar su legitimidad frente a la Gran Logia de Echandía; Rubiano, fomentó las creaciones de nuevas logias en otras ciudades, entre estas Antioquia, que se encontraban bajo la jurisdicción de la Serenísima Gran Logia de Colombia con sede en Cartagena.
Para lograr estos objetivos, Rubiano encomendaría a Américo Carnicelli, Venerable Maestro de la Logia Fraternidad de Bogotá, la creación de estas Logias, pues la legitimidad de un Gran Oriente, depende del número de Grandes Logias que den su reconocimiento.
Esta acción traería conflictos de jurisdicción territorial, pues el empeño de Rubiano de crear logias y grandes logias en Antioquia y Caldas provocó que el 27 de agosto de 1934, la Serenísima Gran Logia de Colombia con sede en Cartagena, rompa el Tratado de Amistad y Reconocimiento suscrito el 11 agosto de 1921.
Esto debilitaría más a la Gran Logia Nacional de Bogotá, pues de las cuatro Grandes Logias de Colombia, con sede en las ciudades de Barranquilla, Cartagena, Medellín y Cali, solo la Gran Logia de Antioquia con sede en Medellín, Reconocía la legalidad de la Gran Logia de Rubiano, pues gracias a esta debía su existencia.
Ya para el 17 de agosto de 1936, se celebró la asamblea de logias simbólicas de Bogotá, pertenecientes tanto a la Gran Logia Olayista como a la Gran Logia Lopista, donde resolvieron sus diferencias y llegaron al acuerdo de constituir una nueva Gran Logia que recibió el nombre de, la Gran Logia de Colombia de Antiguos, Libres y Aceptados masones que posteriormente pasaría a llamarse Gran Logia de Colombia.
En esa misma asamblea, se acordó suscribir un nuevo tratado de Paz, Amistad, Jurisdicción y Limites entre las Grandes Logias Colombianas, a fin de superar los conflictos existentes. Entre los acuerdos llegados se reconoció que, en 1934, la Serenísima Gran Logia Nacional de Colombia con sede en Cartagena, tenía la jurisdicción del Departamento de Antioquia y Caldas, por lo que le correspondía a esta gran Logia, expedir la Carta Patente de la Gran Logia de Antioquia.
La Gran Logia del Departamento de Antioquia.
ESCUDO ORIGINAL (1934)
Con la intención de fortalecer a la debilitada Gran Logia Nacional de Bogotá, a causa de la falta de reconocimiento entre las otras Grandes Logias y las pocas logias que quedaban bajo su jurisdicción, Tulio Rubiano encargó a Américo Carnicelli, la fundación de Logias en otros departamentos que no estaban bajo la jurisdicción de Bogotá, entre estos se encontraba Antioquia.
Américo Carnicelli.
Se fundarían entonces las logias Fiat Lux y Victoria, recibiendo sus cartas patentes expedidas por Tulio Rubiano en nombre de la Gran Logia Nacional de Bogotá, el 12 de diciembre de 1934. Cabe destacar que estas logias se constituyeron por masones que pidieron sus cartas de quite de las Logias Sol de la Montaña y Claridad, ambas bajo la jurisdicción del Gran Oriente de Cartagena.
El levantamiento de columnas de la Gran Logia del Departamento de Antioquia se dio el día 16 de diciembre de 1934, como consta el Manifiesto Saludo, instalación e historia de la “Gran Logia del Departamento de Antioquia” con sede en Medellín, la cual dicta lo siguiente
A las Grandes Potencias Masónicas Regulares del mundo:
A los Masones Regulares que la presente vieren,
SABED:
La Gran Logia del Departamento de Antioquia, con sede en Medellín, de Antiguos, Libres y Aceptados Masones, siente el especial agrado y honda satisfacción fraternal, al enviar su más cordial y efusivo saludo a las RResp∴ Grandes Logias Simbólicas y Grandes Orientes Regulares del Mundo.
La Gran Logia del Departamento de Antioquia con sede en Medellín, ha sido legalmente constituida por las RResp∴LLog∴ Claridad No. 12, Fiat Lux No. 14 y Victoria No. 15 del mismo Or∴, con la autorización de la Gran Logia de la República de Colombia, con sede en Bogotá, presidida por el Il∴ H∴ Tulio Rubiano, y en virtud de los decretos Nos. 6 y 7, ambos con fecha 15 de diciembre de 1934, e∴v∴, que adelante insertamos.
La Gran Logia del Departamento de Antioquia, con sede en Medellín, es un Cuerpo Soberano e Independiente, gobernado por sí mismo, y responsable, con autoridad enteramente indiscutible y exclusivamente dogmática y administrativa sobre las Logias Simbólicas dentro de su jurisdicción, y en ninguna forma sujeta a, (o dividiendo dicha autoridad con), un Supremo Consejo Grado 33 o cualquier otra Institución Masónica que reclame dominio ritualístico u otra intervención o control.
La Gran Logia del Departamento de Antioquia, con sede en Medellín, reconoce los LANDMARKS, que constituyen las bases fundamentales de la Masonería; solo hace masones a varones libres y de buenas costumbres y exige intima conformidad con las condiciones que aquí se expresan:
- Reconocimiento de un Ser Supremo.
- El Secreto.
- Simbolismo de la Masonería operativa.
- División de la Masonería Simbólica en los tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro.
- La leyenda del Tercer Grado.
- Que sus fines dominantes son caritativos, benévolos, docentes, de veneración al Supremo Hacedor, y excluye controversias políticas y religiosas de carácter sectario.
- El Libro Sagrado de la Ley, el principal entre las Tres Grandes Luces de la Masonería y de la necesidad indispensable en los trabajos de las Logias de su obediencia.
La Gran Logia del Departamento de Antioquia, con sede en Medellín, ocupa Jurisdicción Territorial Soberanamente, es decir: exclusivamente, sin dividirlo con ninguna otra Potencia Masónica, ni Simbólica, ni Filosófica; no intenta extender su autoridad a, (o pretende establecer Logias en), territorios ocupados por una Gran Logia legalmente constituida.
Or∴ de Medellín, 16 de Diciembre de 1934. e∴v∴
El Gran Maestro,
CARLOS FETONTI.
El Gran Orador Fiscal,
RUBEN URIBE.
El Gran Sec∴ G∴ SS∴ y TT∴,
JUAN VALLEJO P.
El decreto N° 6 fechado el 15 de diciembre de 1934, firmado por el Gran Maestro Rubiano y del que se hace referencia en el manifiesto citado, invoca la resolución del 27 de agosto de 1934, de la Serenísima Gran Logia de Colombia con sede en Cartagena que daba por terminado el Tratado Tripartita sobre Jurisdicción y Limites, Paz y Amistad expedida el 11 agosto de 1921, y establece en su artículo único que desde la fecha misma de roto el tratado, se declara abierto, libre y penetrable – geográfica y estatalmente el territorio de la República de Colombia integrado por los Departamentos de Antioquia, Bolívar, Caldas y Valle e Intendencias Nacionales del Chocó y San Andrés y Providencia. – En consecuencia, es legítimo el establecimiento de Triángulos Masónicos y Logias Simbólicas bajo los auspicios, jurisdicción y obediencia de la Gran Logia Nacional de Bogotá.
Por su parte, el decreto N° 7 también del 15 de diciembre de 1934, y firmado por el Gran Maestro Tulio Rubiano, justifica y avala, a posteridad, las Cartas Patentes expedidas a las logias Fiat Lux No. 14 y Victoria No. 15 constituidas en el Valle de Medellín, autorizando a la Logia Claridad No. 12 y las dos logias antes mencionadas a que se confederen y conformen la Gran Logia del Departamento de Antioquia, pues señala, además, la importancia que tiene para el crecimiento de la masonería en Colombia, el establecimiento de Grandes Logias en las capitales de departamentos donde actualmente no existan. Consumándose de esta manera, como lo expresa Arango, M. (2006), la intervención unilateral del Gran Oriente bogotano en Antioquia.
El establecimiento de la Gran Logia del Departamento de Antioquia, se plasmaría en lo que sería la “Resolución No. 1” de 1934, firmado por el Gran Maestro A. Carlos Fetonti, la cual dicta:
LA GRAN LOGIA DEL DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA CON SEDE EN MEDELLÍN,
en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y
CONSIDERANDO
1°. – Que la acertada, lujosa y valiente emergencia masónica realizada en los últimos meses de 1934, por las respetables Logias Claridad 1, Fiat Lux 2 y Victoria 3 de este Oriente, con ayuda entusiasta de los Cuerpos Regulares de Bogotá, con el decisivo apoyo de la Gran Logia de la República de Colombia con sede en Bogotá, con el beneplácito de varios Talleres Regulares y con la cordial aquiescencia de distinguidas y meritorias personalidades masónicas – no solo de las Cámaras Simbólicas, sino, de las altas Corporaciones Filosóficas – emergencia que trajo consigo la independencia y soberana jurisdicción masónica evoz hemn el territorio de esta sección de la República, hoy geográficamente denominado Departamento de Antioquia.
2°. – Que este movimiento se llevó a cabo en medio de la más irrestricta y reconocida legalidad y del más arraigado apoyo a los viejos linderos de la Institución.
3°. – Que se ha dado con ello en Antioquia la primera victoriosa batalla en pro de esa bella perspectiva revolucionaria, noblemente nacida y fermentada en la capital de la República y que tiene por finalidad la creación de UNA GRAN LOGIA EN CADA DEPARTAMENTO, la Colombiana Confederación de esos Soberanos Cuerpos para que en armónico conjunto y para exclusivo y único bien de nuestra patria, vuelvan por los viejos días de esplendor masónico y realicen la apenas iniciada redención – no solo ideológica, sino ECONÓMICA – de este país sumido aún en las intransigencias de calculadores procedimientos políticos y en la penumbra mercandante de miserandas agrupaciones religiosas,
RESUELVE:
1°. – Presentar atento saludo y cordial abrazo a las Logias Regulares del país.
2°. – Anunciarles por la presente la creación de este Soberano Cuerpo, y;
3°. – Ponerse en un todo, en general, al servicio de cualquier humano movimiento liberador, y en particular, puesto siempre a toda insinuación y a toda voz hermana
Or∴ de Medellín, a 16 de febrero de 1935. e∴v∴
El Gran Maestro
CARLOS FETONTI
El Gran Orador Fiscal
RUBEN URIBE
El Gran Secr∴ G∴ SS∴ y TT∴
JUAN VALLEJO P.
Obstáculos de la Gran Logia del Departamento de Antioquia.
La iglesia contra la masonería antioqueña.
Miguel Ángel Builes.
Las pastorales de Miguel Ángel Builes contra la masonería antioqueña en las décadas de 1930 y 1940, fueron parte de una política de la iglesia de Antioquía y de grupos de la sociedad conservadora, contra el protagonismo que la masonería tenía en gobiernos liberales, así como también al auge que la masonería estaba consiguiendo en Antioquia.
Prueba de ello se ve en las campañas difamatorias hacia la masonería por parte de periódicos conservadores como El Obrero Católico, el cual era usado para las publicaciones de las pastorales de Builes y todo tipo de publicación contra la institución masónica entre los años 1937 y 1939.
Este periódico encabezó artículos masónicos con unos titulares algo sensacionalistas como, por ejemplo:
Los grandes crímenes de la masonería, publicado del 9 de enero de 1937.
Los masones, encarnación e instrumentos de Satanás, publicados en dos partes el 5 de junio y el 13 de noviembre de 1937. Titular que se repetiría en otros artículos durante el año 1938 en el mismo periódico.
Las logias asesinas, escrito por Fray Mora Diaz y publicado el 19 de marzo de 1938.
Por otra parte, luego del triunfo de los ejércitos de Franco en España a comienzos del año 1939, el Obrero Católico publica como titular “Franco ha dado tremenda derrota al judaísmo, a la masonería y al comunismo”
Disputas entre masones antioqueños y El Gran Oriente bogotano de nuevo en Antioquia.
Fernando Estrada Estrada.
A pesar del tratado de Paz, Amistad, Jurisdicción y Limites entre las Grandes Logias Colombianas, del 17 de agosto de 1936, la Gran Logia de Colombia con sede en Bogotá interviene unilateralmente en los conflictos entre los masones antioqueños, y fomenta, a petición de una facción de masones antioqueños, entre ellos Fernando Estrada Estrada, la fundación de dos nuevas logias, la Logia Iris del Aburrá y la Logia Santa Helena, así como la instalación del Capítulo Rosacruz General José María Córdoba.
Posterior a eso, la Gran Logia bogotana, desconoce la existencia de la Gran Logia del Departamento de Antioquia, así como las 3 logias que la conformaban, poniendo en duda la honorabilidad de los miembros de la logia Claridad. Pues como se puede citar del informe presentado por la comisión de la Gran Logia de Colombia se llegó a la “triste conclusión que sus miembros son personas indeseables dentro de nuestra institución, y de que sus actividades masónicas están muy lejos de serlo”.
Como era de suponerse, la Gran Logia del Departamento de Antioquia, no se quedó de brazos cruzados y emite el 5 de noviembre de 1941 con firmas del Gran Maestro Martín Acevedo y el Gran Canciller Eugenio Pastor, el decreto 245 rechazando las afirmaciones de la comisión bogotana. También menciona que la Gran Logia del Departamento de Antioquia, fue constituida el 16 de diciembre de 1934 “como cuerpo soberano independiente” y que bajo su jurisdicción se encuentran las logias Claridad No. 1, Fiat Lux No. 2 y Victoria No. 3. De la misma manera proclama el que el Gran Oriente Bogotano, violando un derecho legítimamente adquirido, haya instalado en Antioquia “bajo su jurisdicción, con miras centralistas, las logias Iris del Aburrá y Santa Helena, perpetrando así una usurpación” desconociendo a las logias Iris del Aburrá y Santa Helena, declarándolas como irregulares, y por último informa la constitución de una nueva logia, denominada José Janer Grau No. 4.
La muerte de Carlos Gardel.
Carlos Gardel.
Aquiles Echeverri M. en su libro “Gardel, su historia y causa de su muerte” ocupa unas cuantas líneas para referir el momento en que pleno velorio del Zorzal Criollo ingresó “un grupo de masones.”
De acuerdo a la información obtenida se desprende que existe un único elemento para pensar en la pertenencia de Gardel a la Masonería y éste es la irrupción de unas personas que titulándose masones intentaron – o llegaron a concretar – una ceremonia de las usuales que realiza la orden cuando uno de sus hermanos a fallecido.
El historiador colombiano Mario Arango Jaramillo (quién reconoce públicamente su pertenencia a la Masonería Universal; o sea, se trata de alguien que está hablando “desde adentro”), en su obra editada en 2006, titulada “Masonería y Partido Liberal” incluye el recuerdo de la nocturna presencia masónica durante aquel velorio.
El 26 de junio de 2005, y por haberse cumplido sesenta años de la muerte del Morocho del Abasto, el escritor y periodista antioqueño Juan José Hoyos publicó en el diario “El Colombiano” (editado en Medellín) una detallada crónica sobre el servicio fúnebre realizado al cuerpo de Carlos Gardel confirmando la presencia de masones. Pero ese no es el hecho que se quiere destacar en este trabajo, sino en las honras fúnebres que se le hizo al Zorzal criollo por parte de la Gran Logia de Antioquia, presidida por el Gran Maestro de la Gran Logia antioqueña, Rubén Uribe Arcila.
En una entrevista hecha por Jorge Sturla en 1971, para el periódico “Crónica”, al Barítono Roberto Ughetti, hermano de la soprano Marina Ughetti quien había compartido escenario con Gardel, este afirmó que a Carlos Gardel no quisieron darle cristiana sepultura porque se aseguraba que era masón, “¡Qué delito! ¿No? Como si el hecho de no compartir ciertas ideas clericales pudiera determinar atropellos así… ¡Negar la sepultura a un muerto!”
Roberto Ughetti.
Roberto Ughetti expresa “el criticar las malas actitudes del clero, no equivale a alejarse de Dios, ¡Todo lo contrario!”. Y finalmente Ughetti recalca “Sí, hijo mio… ¡Soy Masón! Lo digo con todo el orgullo de serlo”.
Roberto Ughetti, relata que fue gracias a su amigo personal, el Canónigo Enrique Uribe, que lograron velar a Carlos Gardel. Pues Uribe dió a entera disposición una casaquinta de su propiedad para que velaran a Gardel y a sus acompañantes. En palabras de Ughetti “La antigua casa tenía las rejas pintadas de negro. Una amplia puerta de dos hojas. Un largo sendero, bordeado de flores, llevaba al visitante hasta una escalinata de mármol, distante de la calle a unos 20 metros. Recuerdo que en dos enormes salas se realizó el velatorio”. Recuerda además que en esa sala se velaron junto a Carlos Gardel los otros seis fallecidos del accidente, pero que al ataúd de Gardel tuvieron que cambiarlo por otro por encargo de la “Paramount”.
Sepelio de Carlos Gardel.
Dicen las crónicas que la multitud acompañó el cortejo a lo largo de las sesenta cuadras de la Avenida Corrientes-Buenos Aires.
Por su parte, Oscar Uribe Arcila menciona que su hermano mayor, el Gran Maestro Rubén Uribe Arcila, había presidido en el Templo Masónico de Medellín, un homenaje fúnebre a Carlos Gardel, pocos días después del trágico accidente.
Como conclusión se puede afirmar por causa de diferencias políticas en Bogotá surge el quiebre del Gran Oriente bogotano lo que motivó la fundación de la Gran Logia del Departamento de Antioquia por parte del Gran Maestro Tulio Rubiano, con el fin de fortalecer a la Gran Logia de la República de Colombia. Esto implicó una usurpación de territorios que empeoró la situación del Oriente bogotano presidido por Rubiano. El 17 de agosto de 1936 se firma el tratadoPaz, Amistad, Jurisdicción y Limites entre las Grandes Logias Colombianas, donde se deja claro que la jurisdicción de Antioquia le pertenecía a la Serenísima Gran Logia de Colombia con sede en Cartagena. Pero aun así en 1941, La Gran Logia de Colombia con sede en Bogotá interviene unilateralmente en Antioquia, gracias a Fernando Estrada Estrada y varios masones más, lo que representa otra usurpación de jurisdicción. Este hecho motivó a que la Gran Logia del Departamento de Antioquia, emitiera el decreto 245, con el fin de recordar que, desde su fundación, la Gran Logia del Departamento de Antioquia se mantiene como cuerpo soberano independiente, condenando, además, la intervención bogotana, calificándola como usurpación.
Por otro lado, si bien es cierto que la Gran Logia del Departamento de Antioquia solo contaba con la Logia Claridad bajo su jurisdicción, constituyendo la pérdida de su condición como Gran Logia, quien debía haber intervenido en este conflicto por jurisdicción, era la Gran Logia de Cartagena y no la bogotana.
Por otro lado, las pastorales de Miguel Ángel Builes, así como la sociedad conservadora de Antioquia, hicieron bastante difícil que la masonería se desarrollara con total normalidad en el suelo antioqueño, pues la reputación de los miembros de esta fue mal vista por la iglesia católica y la sociedad antioqueña, lo que motivó, luego de persecuciones y señalamientos injuriosos, a que la Gran Logia del Departamento de Antioquia abatiera columnas a comienzos de la década de los 40.