El Priorato de Sion.

“…. El profesor Robert Langdon debe solucionar un misterio con la criptóloga Sophie Neveu, relacionado con una sociedad secreta conocida como El Priorato de Sion…” (El código Da Vinci de Dan Brown, 2003).

Pero, comencemos con saber qué es Priorato y qué es Sion.

 

Priorato:

En la Edad Media se refería a un establecimiento monástico, generalmente poco importante, que estaba bajo la dependencia de una abadía. Los monjes estaban destinados allí provisionalmente por la casa madre y se encargaban de gestionar y enviar las rentas a su abadía. A su vez, los prioratos disponían de iglesias que eran construidas y mantenidas por la abadía madre.

 

No obstante, cuando un priorato alcanzaba una cierta autonomía, tanto de personal (por el número de monjes y novicios), como económico, el priorato podía ser elevado a abadía. La iglesia se hacía entonces iglesia abacial y en lugar de un prior ( representante del abad en los monasterios que lo tengan), la comunidad de monjes nombraba un abad.

 

Sion:

Fue inicialmente el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén. La fortaleza se situaba en una colina del lado sureste de Jerusalén, el Monte Sion, y se menciona en la Biblia como el centro espiritual y la «madre de todos los pueblos» (Salmo 87, 2).. De ahí deriva el término Sionista.

 

Volvamos, ahora, al Código Da Vinci.

En la novela y en sus ecos actuales es central la relación de todos los «descubrimientos» con el misterioso «Priorato de Sion», al que supuestamente pertenecieron Leonardo Da Vinci, Newton y Boticelli, entre otras figuras del comienzo de la era moderna.

 

En las primeras páginas del Código Da Vinci, como un texto fuera de la novela, Dan Brown escribe bajo el título «Los hechos»:

 

El Priorato de Sion —sociedad secreta europea fundada en 1099— es una organización real. En 1975, en la Biblioteca Nacional de París se descubrieron unos pergaminos conocidos como Les Dossiers Secrets, en los que se identificaba a numerosos miembros del Priorato de Sion, entre los que destacaban Isaac Newton, Sandro Boticelli, Víctor Hugo y Leonardo da Vinci…«.

 

Esta tesis induce al lector a tomar seriamente estos «hechos» y es asumida -incluso hoy- por muchos grupos y movimientos esotéricos que hacen referencia al Priorato de Sion.

 

¿Existe el Priorato?

Pues sí y no. El Priorato de Sion realmente existe en la actualidad, pero fue fundado en 1956 y no en 1099. Por esta razón las grandes figuras del Renacimiento no llegaron a participar de la «misteriosa» organización. Así como tampoco los Caballeros Templarios tuvieron algo que ver con esto, ya que desaparecieron completamente en el siglo XIV.

 

Es una asociación francesa registrada el 20 de julio de 1956 por un francés llamado Pierre Plantard (Pierre Athanase María Plantard), un difusor de ideas antisemitas y de ultraderecha, quien se declaraba descendiente de sangre merovingia. Llegó a inventar varias genealogías para justificar sus fantasías. Nació el 18 de marzo de 1920 en París y abandona el colegio sin completar sus estudios, viviendo de la penSion de su madre.

 

Desde sus diecisiete años (1937) fundó varias organizaciones que jamás superaron los cuatro miembros (Alpha Galates, Renovation Nationale Francaise, entre otras). Funda también la Academia Latina en 1947 para la investigación científica y nunca superó los dos socios: Plantard y su madre.

 

Estuvo preso en varias ocasiones por fraude y falsificación de documentos. Se presentó también como vidente, profeta y moderador de sesiones de cartomancia. Le conocían como el vidente «Chyren».

 

Si bien sus «organizaciones» existían solo en el papel, se hizo notar escribiendo varias cartas al gobierno como perteneciente a una organización poderosa y secreta de prestigio internacional.

 

Durante varios años toma contacto con esoteristas conocidos como Paul Le Cour (1861-1954) y Gérard Escausse (Papus), pero de manera sistemática con los Rosacruces de AMORC, fundados por Spencer Lewis (1883-1939).

¿Existen los Dossier Secrets?

El Priorato de Sion constituyó una de las innumerables asociaciones fundadas por Plantard. En esta oportunidad alcanzó los quince miembros entre amigos personales y algunos colaboradores adeptos al esoterismo. Plantard la fundó el 7 de mayo de 1956 y junto a sus compañeros, se autoproclamaron herederos de masones, templarios y egipcios.

 

Si bien hay rastros de que existió una orden religiosa (no un priorato) en la Edad Media con un nombre parecido (Orden de Sion), esta se extinguió y no tiene nada que ver con el invento de Plantard.

 

Laura Miller en su artículo de The New York Times, del 22 de febrero del 2004, nos explica la relación entre Pierre Plantard y el famoso documento citado por Dan Brown, que supuestamente fue encontrado en la Biblioteca Nacional de Francia: “Le Dossier Secrets», donde se encuentra la lista de miembros del Priorato, supuestamente desde 1099:

 

«…la veracidad de la historia del Priorato de Sion se reduce a un alijo de recortes y documentos sin firma que, hasta los autores de Holy Blood, Holy Grial insinúan que fueron introducidos en la Biblioteca Nacional por un hombre llamado Pierre Plantard. A comienzos de 1970, uno de los colaboradores de Plantard confesó haberle ayudado a fabricar el material, incluidos los árboles genealógicos que acreditaban a Plantard como un descendiente de los merovingios (y, posiblemente, de Jesucristo), además de una larga lista de «grandes maestres» del anterior Priorato. Este claramente absurdo catálogo de célebres estrellas de la intelectualidad como Boticelli, Isaac Newton, y naturalmente, Leonardo, es la misma lista que Brown pregona, junto con el supuesto pedigrí del Patronato, en la presentación de El Código Da Vinci bajo el encabezado de «Los hechos… El fraude de Plantard fue desmantelado por una serie de libros franceses (todavía sin traducir) y un documental de la BBC de 1996, pero, curiosamente, esa serie de sorprendentes revelaciones no han resultado ser tan populares corno las fantasías de Holy Blood, Holy Grial (traducida al español como “El enigma sagrado”) y, en este caso, como El Código Da Vinci».

 

El Enigma Sagrado

El famoso documento “Dossier Secrets” con las genealogías de “grandes Maestres” inventadas por Plantard y su cómplice Philippe de Chérisey se atribuía a la autoría y recopilación de un tal Henri Lobineau, quien tampoco existió, sino un personaje creado por la charlatanería de Plantard. Este documento falso fue difundido por el esoterista francés Gérard de Sede y por los autores de «El Enigma Sagrado» (“The holy Blood and the holy Grial”) de Baigent, Leigh & Lincoln, que eran conscientes de su falsedad. Pero todo se dio a conocer cuando Chérisey –el amigo de Plantard- hizo conocer la verdad ante conflictos de derechos de autor.

 

El especialista Massimo Introvigne afirma al respecto: “…es completamente cierto que no se trata de documentos antiguos sino de documentos falsos modernos. El principal autor de los documentos falsos, Philippe de Chérisey -muerto en 1985- ha confesado haber participado en su falsificación, lamentándose incluso de haberlos utilizado sin que se le pagara la debida compensación, hecho sobre el que existen cartas del abogado de Chérisey”.

 

Por otra parte, Ferrer Cuñat, en uno de los estudios más completos que existe sobre el Priorato desde una perspectiva histórica, concluye:

 

“Ha sido argumento común a lo largo de los tiempos afirmar que ciertas organizaciones secretas manejaban los hilos de la política o la economía. En teoría, estos grupos ocultos influían y maniobraban para conseguir el poder y dirigir los destinos del mundo. En muchas ocasiones ha sido cierto, pero otras veces se ha utilizado este argumento para justificar o reinventar situaciones que pretendían precisamente lo mismo: manipular la realidad para obtener fines concretos. Los templarios, rosacruces, masones, iluminados de Baviera e incluso organizaciones más recientes como el Opus Dei, han sido víctimas y protagonistas de estas maquinaciones. En el caso del Priorato de Sion, la historia real, las suposiciones y la imaginación se mezclan en un conglomerado imposible”.

 

Finalmente podemos afirmar con certeza que el Priorato de Sion no existió en 1099, ni en la época de Leonardo Da Vinci, sino que es un invento del siglo XX. Y “Les Dossier Secrets” son un fraude más de su fundador. Para los que todavía sostienen que la novela del «Código Da Vinci» se basa en algunas verdades históricas, lo cierto es que no hay ninguna que se sostenga con seriedad. Sin Priorato de Sion, no hay “Código Da Vinci”.

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