¿Fue Carlos Gardel miembro de la Francmasonería?

Apropósito de la reciente conmemoración del los 87 años del fallecimiento de Carlos Gardel, en Masonería Global nos dimos a la tarea de explorar un poco mas sobre su pertenecía o no a la masonería. El año pasado, este mismo medio publico un extenso articulo sobre este tema, sin embargo a un año de aquella publicación han surgido nuevos e interesantes elementos que deseamos compartir con ustedes. Contactamos en Colombia a una de las principales fuentes que mantiene con gran recelo la tesis de que en efecto Gardel fue masón y de ese dialogo recopilamos para nuestros lectores datos muy interesantes.

El 24 de junio de 1935, la pujante, pero aun pequeña ciudad de Medellín, capital de la industrializada región de Antioquia en Colombia, se enteraba de un hecho sorprendente. Un hecho que se lamentaría en todo el mundo occidental, pero particularmente en la Republica Argentina y en la propia Republica de Colombia. Gardel, la más grande estrella de habla castellana para aquel momento, moría en un accidente aéreo increíble y con cifras trágicas, entre ellas la del Rey del Tango, el icono del momento, Carlos Gardel moría en lo que hoy día hace parte del aeropuerto del barrio El Poblado llamado por esos días Aeródromo de las Playas Y posteriormente con el nombre de Olaya Herrera.

La noticia se fue regando por toda la capital antioqueña como un rumor que nadie lograba creer de primeras fuentes, Medellín ya para esa época amaba el tango. Colombia y muy particular Antioquia amaban a Gardel. Ya que, entre el amplio repertorio musical del Morocho del Abasto, como también era conocido, había una hermosa y vieja canción Antioqueña, lo que sin duda para los amantes del tango era un honor que Gardel le hacía a Antioquia y en general a Colombia.

Se sabe de boca de múltiples testigos que el día 25 de junio de 1935, se presentaron en horas de la noche en la casona propiedad personal del Presbítero de la Basílica Metropolita de Medellín en donde se realizaba entre otras victimas de la tragedia, el velatorio de Gardel, un grupo moderado de caballeros, quienes se identificaron como masones y solicitaron el aval de los pocos presentes a tan altas horas, para realizar un ritual de Honras Fúnebres Masónicas sobre el ataúd de Carlitos, como también era conocido el artista, ello luego de manifestar que por ser Gardel un Masón, correspondía la referida ceremonia. Algunas personas permanecieron y presenciaron lo que estos caballeros hacían sobre el féretro de Gardel, otras personas simplemente salieron del salón fúnebre, pero a pesar de no haber presenciado la totalidad de los hechos atestiguan la llegada del grupo de masones.

Se sabe, que entre los Hermanos Masones que se apersonaron para realizar dicho ritual, estaba el médico y político antioqueño Rubén Uribe Arcila, Gran Maestro de la Gran Logia del Departamento de Antioquia en al menos dos ocasiones y quien de propia boca manifestara a uno de sus hermanos biológicos que él personalmente había dirigido el ceremonial fúnebre a Gardel porque en vida habría sido un hermano masón. Testimonio dado hace unos 40 años personalmente al escritor y Mason Mario Arango Jaramillo miembro actual de la Gran Logia de Antioquia.

Todo lo anterior recopilado por personajes destacados de Colombia como el ya citado escritor e investigador Mario Arango Jaramillo, actual Gran Maestro Honorario de la misma Gran Logia que reconoce por medio de la citada ceremonia fúnebre a Gardel como masón en 1935 en Medellín, o el cronista Gardeliano Horacio Arbeláez Quintero, quienes conjunto con la Gran Logia del Departamento de Antioquia soportan hasta la actualidad la tesis que Gardel era francmasón, a tal punto que los masones antioqueños se refieren a él como Querido Hermano Carlos Gardel y lo honran cada 24 de junio en el Templo Masónico de Medellín. Incluso esta organización entrega anualmente una Orden Merito al arte, la cultura y las letras, denominada con el nombre del también actor Carlos Gardel.

Homenajes como los que realizan los masones colombianos dan un poco mas de luz sobre otro de los muchos misterios que rodean a este personaje universal. Es claro que hay un vínculo histórico y sentimental entre Colombia y Gardel que se siente lógicamente con gran fuerza en Medellín.

La Gran Logia del Departamento de Antioquia, fuente primaria consultada para la redacción de este articulo, nos explica a través de su vocero, que ninguna persona debe rebelar el estatus de masón de un hermano que no lo hiciera en principio por si mismo, solo se debe hacer en todo caso pasados 50 años del fallecimiento, tal como es hoy día el caso de Gardel, quien en vida fue un ser profundamente reservado. Este mismo vocero nos afirma, que tras largas, recientes y profundas investigaciones, el equipo investigador delegado en 2021, mismo que encontró documentación histórica perdida de su propia Gran Logia en la Biblioteca Masónica de Nueva York en 2019, concluyen que Gardel fue iniciado en los Estados Unidos, puntualmente en Nueva York en 1933 en una logia no federada, en donde los trabajos se realizaban en castellano y en donde mayormente se congregaban hispanos parlantes vinculados de una u otra forma a la farándula de la época y la diplomacia. Esta entre otras razones, fue una de las causas por las cual en enero de 1936 el cuerpo de Gardel llega a Nueva York donde recibe por 7 días homenajes de todo tipo, entre ellos unas segunda honras fúnebres masónicas de parte de sus hermanos hispanos de la Gran Manzana. Cabe resaltar, que esta comprobada la existencia desde mediados de los años 20 de la Logia Hispana de Nueva York, hoy en sueños, que para ese momento contaba con experimentados masones emigrantes principalmente de Latinoamérica y en efecto la vinculación de miembros de esta logia con Paramamount Pictures y el propio Broadway era real. Tiempo después de su iniciación hacia principios de 1934, Gardel se radicaría permanentemente en Nueva York, logrando posiblemente alcanzar como grado máximo en la masonería el denominado grado de Compañero. Nos reporta este vocero de la masonería antioqueña que actualmente mancomunan sus históricas conclusiones con investigadores argentinos a fin de fortalecer estos hallazgos.

Se sabe, que la presencia de los masones esa noche de junio en el funeral de Gardel en Medellín, una ciudad que no veía con buenos ojos a la masonería, no fue un acto temerario, sino por el contrario, fue en atención a una solicitud expresa de un empresario colombiano cercano a Gardel, quien de manera firme pidió desde Bogotá a la masonería local antioqueña realizar el ritual fúnebre que solo se realiza a masones y que en efecto se realizó, tal como diversas personas atestiguaron posteriormente a lo largo de los años consiguientes.

Sobre el estatus masónico de Gardel ha habido un largo debate, sin embargo al parecer los masones colombianos son hasta el momento quienes cuentan con los argumentos mas solidos para soportar lo que cada vez parece más un secreto a mil voces. cierto o no, la Masonería colombiana y de manera muy especial la Gran Logia del Departamento de Antioquia resaltan con amor y orgullo a Gardel como un hermano que para la eternidad ha quedado sembrado en los corazones de las personas en la tierra que le vio morir físicamente y en donde a través de su canto e imagen aun sigue vivo y brillante como esa luz que jamás se extingue.

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