«Como Gran Maestro habré celebrado más de 20 Grandes Cónclaves y este es uno de los más multitudinarios y productivos que recuerdo, trabajando por la Orden en un ambiente de armonía y fraternidad». Así se expresaba el Gran Maestro de la Gran Logia de España en sus palabras de cierre del órgano de Gobierno de la Masonería Española.
No exageraba. En torno a un centenar de Maestros Masones quisieron estar presentes en las deliberaciones desbordando el espacio inicialmente habilitado para la celebración, el templo azul de la Gran Logia de España en Madrid, en el que fue necesario introducir sillas de otras dependencias.
El Gran Cónclave, cuyas reuniones están abiertas a todos los maestros de la Orden, es el Órgano de Gobierno competente para interpretar la Constitución y los Reglamentos Generales. Alberga en su seno la Corte Suprema de Justicia Masónica y el Consejo de Beneficencia y Solidaridad.
Su composición mantiene un equilibrio entre miembros natos por razón de los Grandes Oficios que desempeñan y los miembros electos por las Grandes Logias Provinciales.
Al menos la mitad más de sus miembros, que acuden de toda España, han de estar presentes para poder constituirse. Esta vez, cinco de cada seis hermanos con derecho a voto estaba representado.