La masonería una metáfora con razón y sentido.

Por: Harold Londoño.

Para hablar de la Masonería como una metáfora, es conveniente recordar esa figura retórica por medio de la cual una realidad o concepto, puede ser expresado por medio de otra realidad o concepto diferente, con lo que lo representado puede guardar cierta relación de semejanza; por lo tanto, en nuestro medio latinoamericano, cuando un candidato, hombre o mujer, desea ingresar a la Institución masónica, lo que normalmente se llama “tocar a las puertas” de una Logia con el deseo de solicitar aceptación, tiene que haber superado con anterioridad varios prejuicios que se encuentran en esa persona, muy arraigados por los comentarios indebidos y sistemáticos llevados a cabo por miembros del clero, de la derecha conservadora y por todos aquellos que no comparten o entienden lo que es ser Librepensador.

Por supuesto, debe además tener ideas sobre lo que es la Masonería, con base en las lecturas realizadas, consultas recomendadas por personas serias en los ideales de la razón y sentido profundo del pensamiento y por amigos o conocidos de confianza y que tengan para él, crédito, para que adquiera de manera libre y certera hasta donde pueda en esos instantes, saber lo que se dice de la Institución masónica en su país, en su sociedad y en la de otros entornos diferentes al suyo.

Deberá saber que, ese Sentido Profundo del Pensamiento, corresponde a la dirección que le sepa dar a sus ideas y el rumbo de lo que es el futuro social de ese Ser, como individuo social y profesional que comparte espacio con otros similares a él. Corresponde también a conocerse a sí mismo, a sus deseos, gustos, aficiones, a lo que piensa y desea libremente, sin que los demás lo manipulen; que sea independiente y actúe con libertad y autenticidad; que piense las respuestas que a ciertas preguntas se le hagan de la vida común y sea perceptivo.

La Masonería, piensa siempre en el Ser Humano, en el hombre y la mujer, que viven en sociedad para construirse y formarse a sí mismo con la ayuda de los demás; recordar, desde que se es Candidato, que la masonería implica Libertad y Autodeterminación.

Ese que es candidato, debe saber que luego de tocar las Puertas, debe seguir una serie de condiciones exigidas desde antiguo a todo candidato y que debe cumplirlas; en lo posible recordar siempre durante el trascurso de la vida que sigue, lo que le tocará vivir, para que siempre lo recuerde, asunto que a muchos se les olvida y por eso luego de haberse iniciado, se les observan comportamientos indebidos  que son criticados no solo por los demás Masones, sino por la sociedad en general; y es por esas actitudes de ciertos Iniciados, que se habla mal de la Institución; no olvidar que el Masón es objeto de miradas en todo sitio que se encuentre; si las acciones son buenas, normalmente no se dice que es el acto correcto de un Masón; pero si esas acciones son malas, impropias o indebidas, inmediatamente viene la carga social y dicen: miren lo que hacen los Masones.

Por eso, el candidato debe saber desde un principio que no ingresará a una Institución perfecta, sino que está formada por seres humanos que buscan la perfección y la cualificación para hacer de actos cada vez mejor y motivos de imitación por otros. Se dice en Masonería “LO QUE HACES, TE HACE” Y PROGRESARÁS CONOCIÉNDOTE. No olvidar que lo que haces se ve y lo que se ve se juzga. El Masón está llamado a ser un ejemplo en y para la sociedad en la que participa y sirve. La Masonería vigila las acciones de sus iniciados, los acompaña libremente, para sugerirles que nunca se olviden ser muy intuitivos en su actuar en relación con los demás.

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