Por: Alejandro Medina
La masonería, una antigua y discreta fraternidad, ha sido objeto de interés, debate y especulación a lo largo de la historia. Sus orígenes se remontan a los gremios de constructores medievales, pero hoy en día se presenta como una organización filosófica y fraternal con un enfoque en el crecimiento personal, la ética y la contribución a la sociedad. En el siglo XXI, la masonería continúa desempeñando un papel relevante en la sociedad, fomentando valores fundamentales y promoviendo el progreso humano. En este artículo, exploraremos el papel actual de la masonería en la sociedad contemporánea.
Los principios de la masonería:
La masonería se basa en una serie de principios fundamentales que guían la conducta de sus miembros. Estos principios incluyen la libertad de pensamiento, la igualdad, la fraternidad, la tolerancia y la búsqueda de la verdad. Los masones se comprometen a vivir de acuerdo con estos valores, tanto en su vida personal como en su interacción con la sociedad en general.
Crecimiento personal y desarrollo moral:
Un aspecto importante de la masonería es su enfoque en el crecimiento personal y el desarrollo moral de sus miembros. La masonería proporciona un entorno de apoyo y camaradería donde los individuos pueden trabajar en sí mismos, cultivando virtudes como la honestidad, la integridad y el respeto hacia los demás. A través de rituales simbólicos y enseñanzas filosóficas, los masones buscan alcanzar una comprensión más profunda de sí mismos y de su lugar en el mundo.
La masonería y la sociedad:
Además de su énfasis en el crecimiento personal, la masonería también se compromete a contribuir positivamente a la sociedad. Los masones están motivados por el deseo de mejorar el mundo en el que viven, y trabajan en proyectos filantrópicos y de servicio comunitario para lograr este objetivo. Desde la promoción de la educación y el apoyo a la salud hasta la lucha contra la discriminación y la defensa de los derechos humanos, la masonería busca ser una fuerza para el bien en la sociedad.
La masonería como espacio inclusivo:
Uno de los aspectos destacados de la masonería en el siglo XXI es su compromiso con la inclusión. Atrás quedaron los días en que la membresía estaba limitada a hombres de determinadas profesiones. Hoy en día, muchas logias masónicas admiten a hombres y mujeres de diferentes razas, religiones y antecedentes culturales. Este enfoque inclusivo refleja una comprensión más contemporánea de la igualdad y la diversidad, y permite que la masonería sea un reflejo más fiel de la sociedad moderna.
La masonería continúa desempeñando un papel significativo en la sociedad del siglo XXI. A través de su compromiso con el crecimiento personal, el desarrollo moral y la contribución a la sociedad, los masones buscan promover valores esenciales para el progreso humano. Al fomentar la fraternidad, la igualdad y la tolerancia, la masonería se posiciona como un defensor de una sociedad más justa y equitativa. A medida que el mundo avanza, la masonería se adapta y evoluciona para abordar los desafíos contemporáneos, manteniendo siempre su enfoque en la mejora de la humanidad y en la búsqueda de la verdad y la sabiduría.
Ser masón en el siglo XXI acerca a los individuo a la grandeza de los conocimientos mas valiosos con los que ha contado la civilización humana desde sus orígenes, no se trata de simple filosofía, de trata de sistemas de información avanzados que engrandecen a ser que los logra aplicar y hace de buenas personas mejores individuos, cada vez mas calificados para la construcción de su propia existencia y su relación armónica con un mundo que demanda a sus mejores y mas valiosos talentos.