Según la definición teórica, el pensamiento “es aquello que se trae a la realidad por medio de la actividad intelectual, por eso puede decirse que los pensamientos son productos elaborados por la mente”.
Desde el punto de vista psicológico “es el conjunto de imágenes, ideas etc., que un individuo procesa en el cerebro que posteriormente son convertidas en acciones”. El pensamiento puede abarcar un conjunto de operaciones de la razón, como lo son la síntesis, el análisis, la comparación, la generalización y la abstracción.
Por otra parte hay que tener en cuenta que se manifiesta en el lenguaje e incluso lo determina y se puede expresar de diversas maneras pero la palabra es una de sus formas más precisas y contundentes de hacerlo.
La palabra tiene una serie de clasificaciones conceptuales bien sea de forma gramatical o semántica, pero para el presente trabajo lo abordaremos desde el punto de vista masonico.
La palabra es lo más poderoso que tenemos para crear, para hacer el bien pero también para crear destrucción, es un regalo que nos ha sido entregado por Dios “En el principio fue la palabra y la palabra es Dios”. Es gracias a la palabra que se puede manifestar todo, lo que soñamos, lo que sentimos y lo que realmente somos, todo se manifiesta a través de la palabra, por eso debemos de ser “impecables” de palabra, por que impecables? Porque la palabra impecable etimológicamente significa “sin pecado” y pecado es aquello que va en contra de nosotros mismos.
Desde que nacemos profanamente y empezamos hacer uso de nuestra conciencia bien sea racional o irracionalmente estos tres factores dibujan gran parte de lo que será nuestra vida a lo largo de ella, es por eso que desde nuestro nacimiento en la masonería debemos tenerlos presentes en discusión y en acción, ya que la comunión de esta trinidad nos llevara a ser mejores hombres internamente y por ende también reflejo hacia la sociedad. Que estos tres componentes concatenados perfectamente se ven simbolizados en el mazo, instrumento del Aprendiz Masón y es la fuerza de nuestra conciencia la cual debe hacernos evitar el acoso de todo pensamiento vano e impropio, de modo que nuestras acciones y nuestras obras serán el reflejo de ello.
Como francmasones debemos reforzar a diario esta trilogía en discusión pero sobretodo en acción, en el accionar diario. Que esta trilogía sea un solo sistema o modo de vida para nosotros. Ya que ese mazo jamás debe dejar de devastar todas esas imperfecciones que empañan nuestro templo interior.
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la trilogía es una buena herramienta para dar un brillo a nuestros pensamientos a través de la palabra y la acción…